UdeC exige cupo de entradas para hinchada visitante en duelo clave ante Copiapó

El ambiente en la antesala de la fecha final de la Liga de Ascenso Caixun 2025 se ha enrarecido de manera significativa. Lo que debería ser una fiesta deportiva y un encuentro decisivo por el futuro de la categoría, se ha visto opacado por una polémica administrativa y de seguridad. El Club Deportivo Universidad de Concepción (UdeC) emitió un enérgico comunicado público lamentando la decisión del Club de Deportes Copiapó de prohibir el ingreso de público visitante para el trascendental partido que disputarán ambas escuadras, válido por la jornada 30 del campeonato.

El reclamo del Campanil, fechado el 27 de agosto de 2025 y firmado por su Gerente General, Simón Figari Vial, no escatima en calificar la medida como un acto que «empaña la fiesta del fútbol chileno» y que resulta contraria al espíritu de la «sana competencia». El comunicado expresa una profunda frustración institucional al verse privados sus hinchas de acompañar al equipo en un compromiso de tal magnitud. Según la visión de la directiva penquista, esta decisión afecta directamente a familias y aficionados que han mantenido un «excelente comportamiento» a lo largo de la temporada.

La preocupación central de la UdeC radica en que esta medida, adoptada unilateralmente por el club local, impacta a una fanaticada fiel que ha viajado y apoyado al equipo de manera constante. El hecho de que se niegue la presencia, incluso bajo la aplicación de «medidas mínimas de protección», es visto desde Concepción como un perjuicio al espectáculo y, en última instancia, al deporte nacional. La directiva del Campanil no solo manifestó su descontento, sino que elevó el tono al solicitar formalmente que se le entreguen los antecedentes y fundamentos que sustentan la decisión de Deportes Copiapó.

El criterio en disputa: ¿seguridad o venta de entradas?

La situación ha abierto un debate que trasciende lo meramente deportivo y toca las esferas de la seguridad pública y la autonomía de los clubes. Tradicionalmente, la prohibición de hinchadas visitantes se justifica bajo estrictos criterios de seguridad, especialmente en partidos catalogados de «Alto Riesgo». Sin embargo, la UdeC cuestiona la pertinencia de esta clasificación para un duelo que, si bien es definitorio en lo deportivo, no necesariamente arrastra un historial de incidentes violentos que amerite una restricción tan drástica.

La Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) , organismo rector del balompié chileno, ha mantenido históricamente una postura de delegar a los clubes locales y a las autoridades regionales la última palabra en estas materias, basándose en la Ley N° 19.327 sobre Derechos y Deberes en los Espectáculos de Fútbol Profesional y su posterior legislación complementaria. No obstante, el reclamo de la UdeC interpela directamente a la ANFP para que interceda y promueva una reconsideración.

La Delegación Presidencial Regional de Atacama también fue señalada explícitamente en el comunicado. Esta entidad es la responsable de otorgar la autorización final para la realización de eventos masivos, incluyendo partidos de fútbol profesional, y debe velar por el orden y la seguridad pública. Desde la perspectiva de la UdeC, la autoridad regional debe evaluar si la restricción impuesta por Deportes Copiapó es la medida más proporcional y justa, o si existen alternativas que permitan la asistencia de los visitantes sin comprometer la seguridad.

Las posturas de autoridad y el precedente de 2024

Este tipo de controversias no son ajenas al fútbol chileno. Durante la temporada 2024, se registraron diversos episodios donde clubes y autoridades discreparon sobre el aforo y la presencia de público visitante. Un caso resonante fue el que afectó a la hinchada de un club de la zona central, donde inicialmente se había negado la venta de tickets foráneos por supuestos informes de inteligencia, pero que, tras una intensa presión mediática y gestiones directivas, se logró revertir parcialmente la decisión, permitiendo un cupo limitado de entradas.

El Club Deportivo Universidad de Concepción, apelando a ese precedente y a la calidad de su fanaticada, ha sido específico en su solicitud: instan a revertir la «injusta decisión», habilitando un mínimo de 400 entradas para la «familia UdeC» . Este número apunta a cubrir a los socios, familias de jugadores y un cupo razonable para la hinchada más fiel, demostrando una voluntad de diálogo en lugar de un rechazo absoluto a las medidas de resguardo.

La decisión final sobre si el acceso será habilitado o se mantendrá la prohibición recae en un triángulo de poder: el club local (Deportes Copiapó), que debe gestionar la seguridad; la Delegación Presidencial, que otorga el permiso; y la ANFP, que debe velar por la integridad del torneo. El silencio o la ratificación de la medida por parte de estos entes podría sentar un precedente negativo para la apertura de los estadios en partidos de alta convocatoria y relevancia en el futuro, afectando directamente el principio de pluralismo y visibilidad que el fútbol profesional, como espectáculo de interés público, debe garantizar.

En Copiapó, la directiva del club local ha insinuado que la medida se fundamenta en recomendaciones de seguridad recibidas de Carabineros, aunque no han emitido un comunicado formal con los detalles. Mientras tanto, en Concepción, la afición organizada ha manifestado en redes sociales su intención de movilizarse para exigir una solución que les permita alentar a su equipo en la «final» de la temporada. La pelota, por ahora, está en la cancha de las autoridades, con el reloj corriendo hacia el pitazo inicial de la fecha 30.